Un año después hemos vuelto al lugar del chapuzón pero este año ¡no había agua!. Nos ha servido para observar la profundidad del canal en el cual alguno de los caimanes se había metido el año pasado.
Por lo demás, una ruta preciosa, salvo la subida desde el río Eume hacia A Capela (este año hicimos en primer lugar el tramo de la zona baja de Caaveiro) que se encontraba lleno de silvas y tojos, lo cual hizo que tuviéramos que subir gran parte del camino porteando la bicicleta.
Y como siempre, pudimos admirar las preciosas vistas que se observan desde el mirador cercano al embalse de As Pontes.
En definitiva, una gran ruta, aunque muchos echaron de menos el agua y la lluvia. Es que los caimanes no podemos vivir sin el "líquido elemento".
Por supuesto, hicimos algunas fotos, que podéis ver en el flickr.
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